Cedecasa

El comercio minorista, entre ellos la Federación de Electrodomésticos, reclama subvenciones al alquiler y la renegociación de contratos. Peligran cientos de miles de empleos

.Lunes 13 de Abril de 2020 09:06

Solicitan la creación inmediata de un foro de diálogo impulsado por las administraciones, del que emanen medidas legislativas, para procurar la supervivencia de las empresas y el mantenimiento de los puestos de trabajo. «Es hora de redistribuir el perjuicio económico».

Hace unos días se montaba un escándalo en Alemania porque el gran comercio planteaba dejar de pagar los alquileres de los locales durante este período de crisis. Las administraciones públicas y la prensa acusaron a ese comercio de querer trasladar su crisis a los propietarios de inmuebles.

Sin embargo, lo sorprendente es lo contrario: pretender que los dueños de locales hagan como si para ellos no existiera esta crisis, que no es como otras (no se debe a un cambio de modelo económico o un desacierto en la gestión, sino a que se ha obligado —por loables razones sanitarias, pero la buena causa no modifica el hecho en sí— a paralizar la actividad). Grandes cadenas de moda dieron marcha atrás, ante ese escándalo en la opinión publicada. Sin embargo, ahora todo el mundo intenta renegociar alquileres y hacerlos flexibles. En todas partes. Es una cuestión de supervivencia.

En España, siete organizaciones del comercio, entre las que se encuentra la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos, Fece, que en conjunto representan a medio millón de tiendas y emplean a 1,7 millones de trabajadores, han elaborado un manifiesto conjunto en el que exponen al Gobierno la incapacidad de este sector para seguir afrontando los gastos corrientes, y en especial los alquileres de los locales comerciales, en este entorno de inactividad forzosa. Por ello solicitan un sistema de subvenciones que permitan al comercio abonar el alquiler durante, al menos, el cierre forzoso, pero también un nuevo marco legal que facilite la renegociación de contratos, incluyendo la posibilidad de condonación de rentas durante un período que abarque el cierre forzoso y un tiempo posterior a la reapertura.

El comunicado conjunto indica lo siguiente (negritas por MARKET VISION):

Leer más

Cedecasa

Desde las promociones del comercio online hasta la publicidad de la tienda directa de Balay: variedad de reacciones ante el confinamiento.

Las tiendas físicas también han reaccionado, en la medida de lo posible.

Las reacciones de industria y comercio de electrodomésticos estos días frente a la «Corona-Crisis» están siendo de diverso tenor. Mientras unos han optado por poner un paréntesis a la actividad a fin de no incurrir en costes extraordinarios sin retorno, y aguardan para poner toda la carne en el asador en cuanto haya trazas de que puede recuperarse una actividad normal (dentro de pocas semanas), otros han estado impulsando su negocio de forma proactiva.

En el comercio, todos los que practican venta online han incrementado sus ofertas, fundamentalmente de informática, pero también de entretenimiento. Sin descuidar por ello la línea blanca. Los fabricantes también han hecho lo propio. Ofertas en televisores, directas de la marca. Y la audaz publicidad de Balay en televisión (cuando otros anunciantes de varios sectores dejaban en suspenso su publicidad en grandes medios, a pesar de que nunca su audiencia ha sido tan alta como ahora), invitando a cursar las compras directamente en el sitio web de la marca, balay.es.

Este último caso es de interés para cualquier manual. Balay ofrece descuentos en productos seleccionados, como apoyo al ciudadano en esta difícil situación de confinamiento, y servicio gratuito de envío, instalación (excepto campanas) y retirada del electrodoméstico antiguo, en un plazo de 48 a 72 horas, y con «seguridad e higiene garantizadas», que sin duda es una de las grandes preocupaciones del momento en los repartos y entregas de productos. Y con el mensaje «Seguimos entregando con normalidad». Obviamente, la mayoría de estas características son permanentes, no vinculadas a esta crisis, pero su valor queda más evidente en las actuales circunstancias.

Este es también el principal empeño del comercio físico: transmitir a los usuarios que siguen a su disposición aunque la persiana esté bajada. Son numerosos los comercios, en todas las áreas del país, que han difundido, en la medida de lo posible, mensajes online, a base de datos o vía redes sociales, recordando que están ahí, que atienden por teléfono u online, y que entregan producto a domicilio y recogen los aparatos viejos.