LG impulsa desde Milán su incursión en el mercado europeo de encastre.
Electrodomésticos para la cocina de los «tecnicúreos».
Las empresas asiáticas vienen desde hace tiempo efectuando progresos en el mercado europeo de línea blanca. Pero hay una familia de producto que se les resiste: la cocina integrada.
LG Electronics quiere dar un paso adelante, apoyándose en sus gamas más selectas (y caras). Para dar fuerza a ese movimiento, la pasada semana notificó la apertura, ya producida, de su primera sala de exposición europea de la Signature Kitchen Suite, que ha montado en la plaza Cavour de Milán, Italia. Se halla prácticamente al lado del conocido como «cuadrilátero de la moda» (de la plaza sale la mítica calle Montenapoleone, uno de los escenarios clásicos de las tiendas de moda italiana más selecta); y, curiosamente, a dos pasos del Consulado de la República de Corea, pero esto es sólo una feliz coincidencia.
Se trata de un local de 1.100 m2 donde exhibe sus electrodomésticos de lujo para encastre. Es la tercera de estas salas con que cuenta en el mundo, hallándose las otras dos en Corea del Sur y EEUU.
LG Electronics, que ha venido colaborando con marcas europeas de prestigio en mueble de cocina, como Bulthaup, Valcucine y Arclinea, dice que el showroom se enfoca a los consumidores «technicureans». La palabra fusiona la pasión por la tecnología y el estilo de vida epicúreo. Para quienes no recordamos el origen de esta última voz, es bueno refrescar la memoria. El filósofo griego Epicuro de Samos, del siglo IV antes de Cristo, proponía la búsqueda inteligente de placeres inteligentes y moderados, tanto corporales como espirituales. En definitiva, el tecnicúreo es alguien que ama la cocina y la gastronomía, y que disfruta de la tecnología.